Entraron
los bárbaros. Cádiz y el 18 de julio de 1936
Juan
López Martínez
No
podíamos dejar de dedicarles unas líneas a los hechos ocurridos en esta Ciudad
en aquellas fechas luctuosas del mes de Julio del 36 que dicho sea de paso.-
veníamos denunciando desde hacia tiempo en nuestra prensa Confederal y
Libertaria, como en todos los actos públicos, lo que el fascismo y las derechas
reaccionarias venían preparando contra la República y el pueblo en General.
Desde el primer momento de la sublevación, los hombres más representativos de
la U.G.T. y de la C.N.T., igualmente de los partidos políticos de izquierda, se
personaron en el Gobierno Civil, para entrevistarse con el Gobernador Civil de
la provincia, Don Mariano Zapico.
Se
le planteó la urgente necesidad a la situación creada por las fuerzas
sublevadas, que se les entregaran algunas armas a los hombres más responsables
de las dos Centrales Sindicales, y también a los representantes de los partidos
de Izquierda, teniendo en cuenta que, en ese mismo edificio se hallaban las armas
intervenidas por la aduana del alijo descubierto en un barco cargado de carbón
en este puerto, destinadas a los elementos falangistas y de derechas.
El
señor Zapico, desgraciadamente para él y para todos, confió más en la palabra
de “honor” dada por el General López Pinto que en la de los hombres que en
aquellos momentos críticos estaban dispuestos de verdad a defender la República
con todas sus consecuencias. Las buenas y asustadizas palabras del Señor Zapico
no convencieron a los allí reunidos que trataron por todos los medios de
convencerle de su grave error, error que más tarde pagaría con su vida y
también de las demás personas que desde el primer momento trataron de ayudarle
a él y al régimen que en ese momento representaba.