LA CONTRIBUCION DE SANGRE – LIBRO DE
FERMIN SALVOCHEA SOBRE EL ANTIMILITARISMO
INTRODUCCION
Se resiste la historiografía española
de estudios monográficos sobre las figuras anarquistas y sobre todo de su obra.
Esto explica que personajes relevantes en los acontecimientos político-sociales
sean apenas conocidos fuera del ámbito libertario.
El 1842 fue un año de especial
cronología del anarquismo europeo: nace Kropotkin, príncipe ruso de honda
influencia en los anales de la revolución libertaria, y Salvochea el gran
idealista gaditano.
Salvochea, anarquista por excelencia,
hombre de acción, revolucionario nato hasta las últimas consecuencias, para
quien su vida fue un continuo riesgo por alcanzar la justicia social. Hizo de
su existencia una revolución permanente, pues unía la solidaridad humanitaria
con la idea, la acción y la virtud. Agitador popular e infatigable que supo ser
la expresión de un pueblo en pro de la libertad y la justicia. En su físico,
era alto, delgado, resguardaba sus ojos de la luz con gafas ahumadas. El rostro
más bien alargado, con barba. Tenía un fino timbre de voz. Rasgo destacado de
su carácter era el equilibrio entre impulsos de la pasión y la serena
austeridad de su gesto y palabra. Como hombre de acción opinaba que “el brazo
alcanzaba más que la lengua”.