JAMAS LA LIBERTAD SE GANÓ EN LAS URNAS - LOS BIENES MAS PRECIADOS SON LA VIDA Y LA LIBERTAD - EJERCER EL PODER CORROMPE, SOMETERSE AL PODER DEGRADA (BAKUNIN) - SINDICATO OFICIOS VARIOS CNT-AIT PUERTO REAL - LA EMANCIPACION DE LOS TRABAJADORES SERÁ OBRA DE ELLOS MISMOS Ó NO LO SERÁ-

sábado, 6 de abril de 2019

LA TRAICION DE LA LEY DE AMNISTIA DE 1977



LA TRAICION DE LA LEY DE AMNISTIA DE 1977
YO, FRANCISCO ARAGÓN GARCÉS PREGUNTO: ¿ALGUIEN ME PUEDE EXPLICAR SI CON ESTA LEY SE LE PERDONÓ A FRANCO – MILLAN ASTRAY – CASTEJON -- YAGUE – VARELA – QUEIPO DE LLANO – FALANGISTAS DE PUERTO REAL, SUS CRIMENES?
"Amnistía de 1977"  Discurso de Marcelino Camacho y el texto de  los dos primeros articulos
Debate de la ley de Amnistía en el Congreso del diputado comunista Marcelino Camacho Abad el 14.10.1977
"Señor Presidente, señoras y señores Diputados, me cabe el honor y el deber de explicar, en nombre de la Minoría Comunista del Partido Comunista de España y del Partido Socialista Unificado de Cataluña, en esta sesión, que debe ser histórica para nuestro país, en honor de explicar, repito, nuestro voto.
Quiero señalar que la primera propuesta presentada en esta Cámara ha sido precisamente hecha por la Minoría Parlamentaria del Partido Comunista y del PSUC el 14 de julio y orientada precisamente a esta amnistía. Y no fue un fenómeno de la casualidad, señoras y señores Diputados, es el resultado de una política coherente y consecuente que comienza con la política de reconciliación nacional de nuestro Partido, ya en 1956.
Nosotros considerábamos que la pieza capital de esta política de reconciliación nacional tenía que ser la amnistía. ¿Cómo podríamos reconciliarnos los que nos habíamos estado matando los ‘unos a los otros, si no borrábamos ese pasado de una vez para siempre?
Para nosotros, tanto como reparación de injusticias cometidas a lo largo de estos cuarenta años de dictadura, la amnistía es una política nacional y democrática, la única consecuente que puede cerrar ese pasado de guerras civiles y de cruzadas. Queremos abrir la vía a la paz y a la libertad. Queremos cerrar una etapa; queremos abrir otra. Nosotros, precisamente, los comunistas, que tantas heridas tenemos, que tanto hemos sufrido, hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores. Nosotros estamos resueltos a marchar hacia adelante en esa vía de la libertad, en esa vía de la paz y del progreso.
Hay que decir que durante largos años sólo los comunistas nos batíamos por la amnistía. Hay que decir, y yo lo recuerdo, que en las reuniones de la Junta Democrática y de la Plataforma de Convergencia, sobre todo en las primeras, se borraba la palabra “amnistía” ; se buscaba otra palabra porque aquella expresaba de alguna manera —se decía— algo que los comunistas habíamos hecho, algo que se identificaba en cierta medida con los comunistas.
Yo recuerdo que en las cárceles por las que he pasado, cuando discutíamos con algunos grupos que allí había de otros compañeros de otras tendencias —que después alguna vez la han reclamado a tiros— estaban también en contra de la palabra «amnistía».
Recuerdo también un compañero que ha pasado más de veinte años en la cárcel: Horacio Femández Inguanzo, a cuyo expediente se le llamó “el expediente de la reconciliación”, y que fue condenado a veinte años en 1956. Cuando monseñor Oliver, Obispo auxiliar de Madrid, nos visitaba en 1972 en Carabanchel, y le hablaba del año de reconciliación que abría la Iglesia, Horacio le decía: «Si quiere ser consecuente la Iglesia con la reconciliación, debe pedir también en este año la amnistía, ya que lo uno sin lo otro es imposible». Y le explicaba que él había sido condenado a veinte años como dirigente del Partido Comunista de Asturias, precisamente por la amnistía, y que su expediente se llamó “el expediente de la reconciliación”.

viernes, 5 de abril de 2019

RECUPERANDO LA MEMORIA DE LA HISTORIA SOCIAL DE ANDALUCIA



Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía

Franco inventó la memoria histórica

El dictador encargó censos de desaparecidos y exhumaciones desde 1936. El BOE prueba su preocupación por honrar (sólo) a su bando

El País / Natalia Junquera / 1 MAR 2009

La Ley de Memoria Histórica la inventó un dictador, Francisco Franco, cuando sólo era un general golpista. No la llamó así, pero no hay, en el texto arrancado con esfuerzo a las fuerzas democráticas en 2007, nada que el Caudillo no hubiera hecho 70 años antes. Fue Franco el primero en pedir un censo de desaparecidos de la guerra; el primero en encargar a un grupo de expertos un protocolo de exhumación, y el único en preservar por ley las fosas comunes para que no se construyera sobre ellas. Todo únicamente para las víctimas de su bando.

 Así se lee en la fuente más fiable posible, al menos, la más oficial. Múltiples leyes, decretos y órdenes publicadas en el Boletín Oficial del Estado dan cuenta, desde casi el principio de la contienda, en 1936, de la preocupación de Franco no ya por ganar la guerra, sino por honrar a sus víctimas. Así lo han constatado cuatro investigadores de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) tras dedicar más de 400 horas a bucear en una fuente tan generosa como inabarcable. "Sólo hemos podido arañar el BOE analizando algo más de 3.000 páginas", reconoce Carlos Agüero, coordinador de la investigación.

Franco vigiló que todas sus víctimas fueran inscritas en un censo de desaparecidos o fallecidos acompañando las palabras "muerto gloriosamente por Dios y por España". Y quiso atender "tan justas aspiraciones de los familiares de aquellos que gloriosamente cayeron víctimas de la barbarie roja"; esto es, recuperar los cuerpos de las fosas comunes donde yacían.

jueves, 4 de abril de 2019

PROPUESTAS DE LOS TRABAJADORES DE INTEC-AIR (AERNNOVA) A LA EMPRESA



PROPUESTAS DE LOS TRABAJADORES DE INTEC.AIR (AERNNOVA) A LA EMPRESA

-Subida de categorías en dos años de 76 personas (más de media fábrica con contratos de of. De 3° con más de 14 años de experiencia, incluso habiendo ido a otras fábricas del grupo aernnova a formar trabajadores).

-Regularización de la prima de producción, que lleva 12 años congelada y se mide con unos valores logísticos ridículos y que no tienen explicación.

-Contratar a los compañeros de ETT, hace 5 meses cuando empezamos las negociaciones, éramos 203 trabajadores (cuando el grupo aernnova compró intec.air en 2007 más de 300), ahora somos 199 (indefinidos), la empresa desde la reforma laboral hasta ahora (7 años), tiene una media de 25 adeccos (los contratan 2 años, 6 meses al paro y los vuelven a contratar, en esa dinámica) contratados por año, por ello reivindicamos la contratación de 4 compañeros de ETT para llegar a los 203 que éramos, el resto solicitamos que fueran 50% eventuales y 50 % por ETT, y que en un futuro cualquier baja o jubilación en la empresa, se cubriera con los compañeros de ETT, para así también no perder más plantilla y que los compañeros de la ETT tengan los mismos derechos sociales que nosotros, ya q desempeñan la misma labor.

-Aplicación de plus tóxico, trabajamos con baños químicos, y a todas las personas que trabajan bajo esa misma nave no se les aplica las 3 circunstancias que recoge el convenio colectivo del metal de la provincia de Cádiz.

-Solicitamos una lavandería para las personas que trabajan directamente con productos químicos, en otras factorías (Álava, Sevilla, Toledo entre otras...).

-Equiparación salarial, por último y lo más sangrante y discriminatorio bajo nuestro punto de vista es la diferencia abismal con el convenio interno que tienen los compañeros de Álava, con una diferencia de más de 300 euros de salarios mensuales (un oficial de 3° tiene de salario base 1535 €), trabajan 1720 horas anuales (nosotros 1748), entre otras cosas, nos parece denigrante y discriminatorio esa diferencia entre el norte y el sur.

Tras 5 meses de negociación, 12 reuniones, 3 serclas y un aplazamiento de huelga, no hemos tenido más remedio que empezar una huelga (jornada completa todos los miércoles de marzo/abril), todos los miércoles y viernes 4 horas en mayo.

La empresa alega de que no tenemos buenos números, con esa cantinela llevan desde 2007 (12 años), y solamente quería negociar 3 puntos de los q solicitamos categorías (en 4 años), regularizar la prima con el IPC (sin carácter retroactivo) sin subir los topes actuales, contratar a 4 operarios de  ETT con contratos eventuales por aernnova (perdiéndose 4 puestos de trabajo indefinidos), solo estos puntos a cambio un rebaje en la hora extra, la reducción del preaviso que marca el Estatuto de los trabajadores a 48 horas, y una paz social total (eso es no poder manifestarte por nada, toda una ley mordaza encubierta).

Nuestra planta en Cádiz es próspera se realizan constantes inversiones en la fábrica de herramientas y mejoras, como dije antes tenemos una constante de compañeros de ETT trabajando con nosotros, el año pasado se echaron 34.000 horas extraordinarias, por ello no nos creemos esa cantinela que nos llevan contando 12 años, de que no somos rentables, los trabajadores de intec.air nos sentimos engañados y discriminados por el grupo aernnova.

Asamblea de trabajadores de Aernnova
Cádiz 3 Abril 2019

martes, 2 de abril de 2019

LOS TRABAJADORES DE METRO SE MANIFIESTAN PREOCUPADOS POR LA CRISIS DEL AMIANTO



Los trabajadores de Metro se manifiestan “preocupados” por la crisis del amianto

Los trabajadores de Metro están “preocupados, enfadados y desilusionados” por el modo en el que la empresa pública ha gestionado la crisis del amianto. Por eso ayer convocaron paros de cuatro horas por turno y se manifestaron en la plaza de los Cubos. Ahí, en el juzgado de lo Social, arrancaba el juicio contra Metro, denunciado por la familia de uno de los trabajadores del suburbano que falleció a causa de la asbestosis, enfermedad laboral asociada a la exposición al amianto.

Hoy es un día muy importante porque hablamos del caso de otro compañero fallecido”, clamaba Juan Carlos de la Cruz, secretario de Comisiones Obreras en Metro. “Queremos que se haga justicia porque lo único que hemos recibido por parte de la empresa —y de los políticos— son trabas”, incidía De la Cruz ante más de un centenar de personas.

Metro, empresa pública gestionada por la Comunidad de Madrid, sabe al menos desde 1991 que en su red hay amianto, un material tóxico y mortífero (manipularlo sin la protección adecuada puede provocar la aparición de enfermedades como asbestosis, mesotelioma o cáncer de pulmón). En 1984 se aprobó el reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto, que ya recogía los riesgos relacionados con el material. A pesar de ello, Metro se lo ocultó a los trabajadores hasta 2017, un año después de que se diagnosticara asbestosis al primer afectado de la empresa pública.

Actualmente, a cuatro de ellos se les ha reconocido la asbestosis; dos ya han fallecido. Julián fue el primer trabajador con la enfermedad reconocida por la Seguridad Social. Falleció el pasado octubre por un cáncer de pulmón desarrollado por la exposición a este material.

La Seguridad Social y la Inspección de Trabajo reconocieron la enfermedad laboral y obligaron a Metro a realizar un recargo de prestaciones. Es decir, a abonar entre un 30% y un 50% extra sobre la indemnización ya reconocida al trabajador en casos de incumplientos de las medidas de seguridad en el trabajo que puedan poner en riesgo la salud de los trabajadores. “Metro ha recurrido el recargo de prestaciones que ya se le reconoció al afectado”, remarcan desde CC OO. La empresa pública ha contratado al bufete Sagardoy, que asesoró al Gobierno del PP en la reforma laboral de 2012 y que diseñó el ERE de Cola-Cola. “Después de su terrible gestión del asunto, Metro no quiere reconocer la indemnización; la están retrasando”, añaden desde el sindicato.

La mayor parte de los trabajadores ve mala fe en la actitud de la empresa pública y en las reacciones políticas desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que lleva en manos del Partido Popular desde 1995. “Doy por finalizada [la crisis del amianto]“, dijo el viernes Rosalía Gonzalo, consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras del gobierno regional. "Hemos actuado y vamos muy por delante al plan de trabajo previsto", añadió la consejera en referencia al plan de desamiantado de Metro, con una dotación de 140 millones de euros.

Los trabajadores no están de acuerdo. Por eso —y por otros problemas graves que tiene la compañía —, los trabajadores pidieron en la concentración la dimisión de Borja Carabante, actual consejero delegado de la compañía, así como su encarcelamiento. También reclamaron responsabilidades políticas al PP de Madrid. “Actualmente, hay una multa a Metro por no velar por la salud de los trabajadores; y otra, por reconocer tarde la enfermedad laboral. Además, hay cuatro actas de infracción de la Inspección de Trabajo contra la compañía que están en un cajón de la dirección de empleo de la Comunidad”, remarca el representante de los trabajadores De la Cruz.

Esas actas son importantes para los trabajadores porque, como marca la ley, la compañía debería haber elaborado un listado de trabajadores que han estado expuestos al material. La Comunidad estima que son unos 800, pero los sindicatos creen que son más. Por otro lado —y además de exponer a sus trabajadores al tóxico material— en 2011, Metro vendió 36 trenes al suburbano de Buenos Aires: “Todos contenían amianto” y Metro lo sabía, según las conclusiones de la comisión de investigación sobre el amianto de la Asamblea de Madrid, que ha estado más de un año investigando el asunto.


Los trabajadores esperan que el contundente dictamen de la comisión se eleva a la Fiscalía para que sirva de base para que se emprendan más acciones legales. “Queremos que los responsables, los que nos han tenido en esta situación, paguen por ello”, resalta De la Cruz. Y apostilla: “Ahora vienen elecciones. Esperamos que se vayan los que están y que se nos reconozca a los trabajadores que hemos estado expuestos a graves afecciones para nuestra salud”.



lunes, 1 de abril de 2019

LAS ASOCIACIONES MEMORIALISTAS CREAN UNA COORDINADORA



Los memorialistas crean una coordinadora contra las “intenciones involucionistas” de la Junta

Diferentes entidades, asociaciones y colectivos de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía han celebrado este pasado sábado en Sevilla la asamblea constituyente de la Coordinadora Andaluza por la Memoria Histórica y Democrática para organizarse contra las “intenciones involucionistas” que le atribuyen al nuevo gobierno de la Junta de Andalucía formado por Partido Popular y Ciudadanos, y en el que Vox tiene un papel decisorio en esta materia.

Sus componentes han advertido de “una alarmante ausencia de respuesta unitaria de este movimiento” que les ha llevado a impulsar este órgano con el objetivo de formalizar la coordinadora el 4 de mayo con la celebración de su Asamblea General, un ente que “no debe ni puede ser excluyente, ni debe tener compromiso partidario con ninguna marca política”, según ha subrayado la comisión constituida tras la asamblea en un comunicado.

Así pues, tendrá como fin la coordinación de “acciones concretas en defensa de las políticas de Memoria” y a favor de la “reparación y dignificación de las víctimas de la represión franquista en Andalucía”, y “no nace para sustituir nada ni a nadie, sino para ser una herramienta útil al servicio de las víctimas, sus familias y las asociaciones que las representan.

Esta coordinadora, a cuya asamblea han asistido “tanto a título personal como en nombre de sus respectivas entidades memorialistas” personas de Sevilla, Córdoba, Cádiz, Jaén o Málaga, entre otras, tiene entre otros objetivos la continuidad de la vigencia y la implementación de la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, o la ejecución del I Plan Andaluz de Memoria Histórica y Democrática en los términos acordados por el Consejo de Gobierno de Andalucía del 13 de noviembre de 2018.

Temen que se paralicen las políticas de recuperación de la Memoria Histórica

También se ha marcado como prioritario la exigencia al Gobierno y Parlamento de Andalucía de la continuación de las políticas para la recuperación de la Memoria Histórica “en los términos en los que se ha venido produciendo hasta ahora” en la comunidad autónoma “hasta que no se complete el proceso de reparación de todas las víctimas de la represión franquista”, la exigencia de justicia para estas víctimas desde la perspectiva del Derecho Internacional para la protección de los Derechos Humanos tal y como recoge la Declaración del Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas (ONU) de 2013, o el conocimiento de memoria histórica y democrática por parte de las generaciones jóvenes a través de programas de educación pública, y la promoción de la “cultura democrática” como “garantía de convivencia en paz, libertad e igualdad para todos”.

Respecto a las “intenciones involucionistas” que le atribuyen a la Junta, estas la han justificado en “los sucesivos y contradictorios anuncios” del Gobierno autonómico “derivados de las numerosas exigencias planteadas por parte del grupo de ultraderecha que lo sostiene”, las cuales ha resumido en medidas como la derogación de la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía; la paralización de las actuaciones recogidas en el I Plan Andaluz de Memoria Histórica y Democrática 2019-2023; la interrupción de las actuaciones iniciadas y proyectadas en fosas del franquismo en Andalucía, o la eliminación de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía.


domingo, 31 de marzo de 2019

QUIEN ROBÓ EL CADAVER DE CHARLES CHAPLIN



Quién robó el cadáver de Chaplin

Podría ser una escena de una película de terror de serie B, pero ocurrió en la madrugada del 1 de marzo de 1978, hace 40 años, en el cementerio de Corsier-sur-Vevey (Suiza). Tras horas de búsqueda en la oscuridad bajo la lluvia (que caía en horizontal por las fuertes rachas de viento), los dos hombres dieron con su objetivo: una lápida blanca que destacaba entre las más de 400 anónimas con la siguiente inscripción, “Charles Chaplin 1889-1977”.

A continuación, los dos hombres pasaron un par de horas cavando la tierra aún fresca (Chaplin había sido enterrado el 27 de diciembre de 1977, dos días después de su muerte), cargaron el ataúd en su furgoneta y huyeron sin ni siquiera molestarse en rellenar el hueco: los profanadores dejaron la montaña de tierra al lado del agujero para que la policía lo descubriese a la mañana siguiente. Esta invasión de los ladrones de cuerpos se acabaría convirtiendo en un thriller primero y en una comedia de enredo después.

Durante diez semanas, la policía suiza y la Interpol apenas encontraron pistas más allá de un par de llamadas anónimas en las cuales varios bromistas aseguraban tener en su poder el ataúd

Durante diez semanas, la policía suiza y la Interpol apenas encontraron pistas más allá de un par de llamadas anónimas en las cuales varios bromistas aseguraban tener en su poder el ataúd. Algunas de esas llamadas impostoras iban más allá y amenazaban las vidas de los hijos de Charles Chaplin. Uno de sus vástagos (tuvo nada menos que once), Eugene, recuerda que nadie reía en aquella casa porque unos meses antes un político italiano Aldo Moro había sido secuestrado y asesinado. “El ambiente era horrible, todo el mundo estaba muy nervioso; los terroristas que mataron a Moro también habían asesinado a su chófer de modo que nuestro conductor sudaba como un loco. Fue un suceso horrendo, especialmente en un país como Suiza, donde las cosas siempre son muy tranquilas”.

La nación más neutral de Europa vio su apacible existencia sacudida por un crimen tan macabro que, durante esas diez semanas sin noticias, el mundo quiso encontrarle un sentido perverso, místico o político al suceso. Porque eso de las fake news no es un invento del siglo XXI.

Se habló de que el robo había sido perpetrado por antisemitas, contrarios a que Chaplin (quien, según ciertos rumores de la época, era judío) yaciese en un cementerio anglicano. Otros aseguraban que los autores eran nazis, enfurecidos por la parodia de Adolf Hitler que Chaplin inmortalizó en El gran dictador y que se hizo casi tan famosa como el propio dictador alemán. También circuló la teoría de que unos admiradores del artista habían exhumado el cadáver para darle sepultura en Inglaterra, su país de origen.

Pero la realidad, por una vez, no superó a la ficción y la resolución del crimen acabó siendo mucho más vulgar, mundana y delirante que cualquier fascinante teoría de la conspiración. Los tipos que perpetraron el robo del ataúd resultaron ser dos ladrones de poca monta, tan inexpertos y desesperados que primero pidieron un rescate y luego se pusieron a regatear el precio.

Los ladrones sonaban nerviosos y ponían voces cada vez que llamaban a la residencia Chaplin (un castillo en la región de Laussane, cerca del cementerio) y le proponían al mayordomo, un señor impertérrito llamado Giuliano Canese, un precio distinto a cambio del ataúd.

Primero pidieron 600.000 francos suizos (poco más de medio millón de euros). La viuda de Charles Chaplin, Oona (con la que tuvo ocho hijos, era la hija del dramaturgo americano Eugene O'Neill), se negó a ceder y declaró que su marido “habría encontrado toda esta situación ridícula”. Entonces los secuestradores probaron con un cambio de moneda, no fuera a ser quizá que el problema fuese la divisa, y pidieron 600.000 dólares americanos (485.000 euros).

La respuesta seguía siendo no. ¿Y qué tal 500.000 dólares? Nada. La matriarca de los Chaplin siguió dándoles largas hasta que bajaron su precio a 100.000 dólares (80.000 euros) y entonces aceptó, pero solo para tenderles una trampa y que la policía les detuviera: nunca había tenido la menor intención de darles ni un dólar. Las autoridades acordaron el traspaso de un maletín con 100.000 dólares, tal y como ellos habían exigido, entregado personalmente por el mayordomo de la familia. Un policía suizo se hizo pasar por el mayordomo y condujo el Rolls Royce hacia el lugar de la entrega con tan mala suerte que el cartero del pueblo, al ver a un hombre desconocido conduciendo el automóvil de los Chaplin, se puso a seguirle. La policía detuvo por error al cartero y la misión fue abortada.
Pero los ladrones no se rendían y concretaron, con asombrosa precisión, que llamarían una vez más a la residencia Chaplin para renegociar el rescate el 17 de mayo a las 9:30 de la mañana. La policía desplegó una operación de vigilancia sobre más de 200 cabinas telefónicas de Laussane y así pudo detener a Roman Wardos, un polaco de 24 años, y posteriormente a su cómplice Gantscho Ganev, un búlgaro de 38.

Estos dos mecánicos confesaron que, apurados por su precaria situación económica, le habían estado dando vueltas a la idea de cometer un crimen que solucionase sus problemas sin usar la violencia. Y cuando un día estaban leyendo el periódico, se encontraron con la noticia de que alguien había robado un cadáver en Italia y había pedido un rescate a cambio de devolverlo. Y de ahí cogieron la idea: robarían el cadáver de Chaplin. Donde cualquier otra persona vería un suceso escalofriante, Wardos y Ganev vieron una oportunidad de forrarse.

Wardos, el cerebro (es una forma de llamarlo) de la operación, fue condenado a cuatro años y medio de trabajos forzados y Ganev, el músculo, a 18 meses. Ambos enviaron una nota de disculpa a Oona Chaplin, quien les perdonó sin darle más vueltas al asunto. Y cuando la mujer de uno de ellos (“del más majo”, según recuerda Eugene Chaplin) también escribió una carta disculpándose, la viuda respondió: “Mira, que ya os he perdonado”.

Las estrellas de Hollywood, los genios del arte y los iconos culturales (y Charles Chaplin era las tres cosas a la vez) nunca dejan de generar historias sobre su vida, ni siquiera después de su muerte. Sin embargo, Chaplin es el único que, literalmente, protagonizó un espectáculo después de muerto. Un sainete que podía perfectamente haber sido escrito por él mismo: el peligro absurdo, la comedia que nace de la amargura, la pobreza que lleva a sus víctimas a cometer disparates miserables y, por encima de todo, la reescritura de los valores culturales: esa frase tan tópica de “descanse en paz” se transformó, en este caso, en una comedia esperpéntica.

Tanto, que hace cuatro años el francés Xavier Beauvois dirigió El precio de la fama, una comedia que relataba el suceso con las herramientas que habría utilizado el propio Chaplin: humor físico durante la profanación, protagonistas vagabundos con tendencia a meterse en líos y descacharrantes malentendidos cuando los secuestradores se dieron cuenta de que docenas de anónimos estaban llamando a la familia Chaplin para pedir rescates. Como le ocurría siempre al mítico álter ego de Charlot, “el vagabundo”, los desgraciados no valían ni para el crimen. Eugene Chaplin aparecía en la película interpretando al dueño de un circo: “Hicimos esta comedia para que el mundo conociera lo loca que fue aquella historia”.

Pero no se levanten de sus asientos todavía, porque aún queda la resolución final: ¿dónde demonios estaba el cadáver? Los ladrones solo recordaban que lo habían enterrado “en un campo de maíz”. La lluvia había hecho que las plantas crecieran profusamente y, tras varios días de búsqueda, la policía lo encontró en un labrantío de trigo a un kilómetro de la mansión de los Chaplin.

Un paisaje tan hermoso que la propia viuda exclamó que, en cierto modo, era una pena sacarlo de ahí. Sin embargo, lo sacaron. En vez de dejarle toda la eternidad dando "amarillo a la genista" como cantaba Serrat en Mediterráneo, optaron por sepultarle en su lápida original y cubrirlo con hormigón, cual féretro maldito, en vez de con tierra.

El agricultor, por su parte, se mostró furioso por el sacrilegio perpetrado en sus terrenos, pero después acabaría instalando una placa conmemorativa: “Aquí descansó Charles Chaplin. Brevemente”.