Historia de vida: Flora Sanhueza Rebolledo
Su lucha
Social en Iquique (1942 - 1974)
Gaspar
García N. y Leyla Morales M.
Universidad
Arcis 2007
CONTENIDO:
“Los caminos que recorre la memoria para ser
parte de la historia” Presentación de Flora en “Sociedad”
“Escuelas Libertarias”
Louise Michelle, la inspiradora. Iquique su
tierra
Flora Sanhueza una mujer con rostro y corazón
en nuestra Historia Bibliografía
“Los caminos que recorre la memoria para ser parte de
la historia”
La memoria nos
conduce a lugares y situaciones que unen y entremezclan sentimientos,
sensaciones, pasiones, recuerdos, amores y odios, que a su vez le dan una
connotación subjetiva a la historia que parece no serlo. Es en este frágil
camino en donde la memoria se hace historia y la historia memoria,formando un
todo permanente que le otorga el privilegio de “hacer historia” a miles de
hombres y mujeres que hasta hoy se nos presentan como ausentes, como anónimos
trozos de la historia de su pueblo.
Este es el caso
de Flora Sanhueza Rebolledo, quien a través del testimonio oral de uno de sus
hijos, revive, para “relatarnos” y revelarnos su historia, que es la historia
de muchas mujeres que como ella, forman parte sustancial de nuestro pasado,
presente y futuro. Este trabajo es el digno intento de un hijo por transmitir
la vida de su madre, tomando como fuente los recuerdos que alberga su memoria y
utilizando como medio y don la palabra, es así, de esta manera como Héctor
Pavelic Sanhueza, hace patente y nos ayuda a reforzar la idea de que cada
pedazo de historia individual, cada subjetividad contribuye en la construcción
de lo que llamamos memoria histórica de un pueblo, ya que, es imposible
disociar al sujeto de su pueblo, de las relaciones sociales que en el se dan y
que lo golpean, lo hacen participe de procesos, rupturas, cambios, coyunturas,
etc., en suma afirmamos que Flora es uno de los miles de sujetos anónimos
insertos al interior de la disputa, por la construcción de una conciencia
nacional histórica y representativa.
Ahora bien, ¿cómo
historiar, como hacer historia de vida de quien ha muerto? ¿ Es viable o nos conduce a un sin
numero de errores, pretender rescatar los recuerdos de otro? ¿Qué tan fidedigno
es el testimonio de ese otro?. Creemos que es un tarea compleja, pero ¿qué
rescate de recuerdos, olvidos y testimonios orales no lo son?, ya sabemos de
sobra la compleja relación que ha existido desde siempre entre la historia y la
memoria y como no, los cuestionamientos y prejuicios con los cuales se ha tratado
al testimonio oral, hasta hace poco. Por lo mismo en este trabajo intentaremos
dar una mirada desprejuiciada a las problemáticas tradicionalmente planteadas,
en consecuencia, validamos el testimonio que hemos recogido en los recuerdos de
un hijo hacia su madre, además de no olvidarnos de contar, con el consiguiente apoyo y refuerzo de las
tan “queridas” fuentes escritas.
Apuntamos con
esta entrevista al rescate de la memoria histórica de Tito, reconociendo e
identificando algunas de las limitantes que poseen la oralidad y la memoria como fuentes para la
historia, como son la reinterpretación de los recuerdos a través del tiempo y
como consecuencia de esto, identificamos que existe en muchos de estos casos
una tendencia asociada al fenómeno de la idealización de los seres queridos post mortem, sin embargo, no son estos
los elementos que serán objeto de nuestro análisis, considerando que la
connotación que a
nuestro juicio posee el valor testimonial de Tito, esta relacionado a la importancia
de Flora como un sujeto social vivo, con ideales y convicciones propias en un
contexto muchas veces adverso y de que manera es posible “reivindicar” su rol
como mujer, madre, esposa, hija, compañera y
libertaria, en
nombre de un pueblo anónimo que “reclama” su lugar como creadores de la
Historia que se escribe con MAYÚSCULA.
Presentación
de Flora en “Sociedad”
Esta entrevista
se enmarca dentro de encuadres metodológicos que sugieren una entrevista en
profundidad, semi-estructurada, en donde se centra la atención en el relato que
el sujeto histórico realiza sobre su madre en un contexto socio-histórico en
donde es posible mantener un recuerdo mas
“definido y
claro”, a partir de la década del 40´ o 50´. Si bien se establecen tres grandes
áreas para abordar en la entrevista (“Presentación en sociedad”,
“Escuelas
Libertarias” Y “El Quiebre”), se pone el énfasis en las dos ultimas, ya que, a
nuestro juicio engloban la temática planteada en la presentación de este
trabajo, en cuanto el rescate de la memoria histórica en Flora y su
identificación con el devenir histórico de Chile.
“ Flora para mi… es un
poco todo, es la mujer que
me ha dado la vida, que me impregno
de una moral, de un deseo de libertad de amar al prójimo no
en el sentido cristiano que
antes se hablaba, sino en el sentido del
respeto por
el ser
humano, bajo esos
principios fundamentales que son el
apoyo mutuo y el
respeto
mutuo, que
han sido dos de los
elementos fundamentales en mi vida y en mi conducta.”
Flora Sanhueza
Rebolledo, nacida en el año 1911 en el seno de una familia que abrazaba el
pensamiento libertario, llega a Chile desde España a la edad de 7 años. Ella y
su familia se instalan en Iquique, mas específicamente en Pisagua y es aquí en
este retirado lugar del norte de Chile en donde se comienza a forjar la
personalidad dulce, decidida, con convicción e ideales de emancipación social
que posteriormente llevarían a Flora por la senda del anarquismo. Son las
palabras de su hijo las que nos permiten recoger parte de su historia.
“Eh… no se mi vieja en los
albores, en su juventud tuvo mucha participación
social con juventudes libertarias, grupos de
jóvenes libertarios que se reunían bajo el alero de algunos viejos destacados del
movimiento obrero
chileno, eh entre ellos por ejemplo
no se,
compañeros de mi
madre Ernesto Miranda, el huaso Vega, Martell, bueno y
otros
mas… Clotario Blest con el cual
tenia
muy
buena relación y otros políticos destacados
como por ejemplo Salvador Allende que
entre paréntesis fue
educado por
un anarquista, un viejo zapatero y ese viejo zapatero era uno de los amigos que había en Valparaíso...”
Para la época en
que Flora Sanhueza llega a Chile y en los primeros años de su vida en Iquique
el panorama anarquista se esta recuperando con nuevos bríos, hacia 1915, de los
sucesos que culminaron con la terrible masacre en la Escuela Santa Maria de
Iquique (1907). De este período son periódicos como “La Acción obrera” y “La
Defensa”. (Vitale, 1998, p 31)
Ahora bien para
Tito, hijo de Flora, es importante el viaje de regreso a España que emprende su
madre, ya que gracias a este, la conciencia social y el accionar de Flora se
van a complementar y potenciar en fundamentos ideológicos como el combate, la
critica social y la rebeldía solidaria, entre otros, situación que va a
determinar muchos de sus esfuerzos libertarios y su trabajo como mujer y madre
libertaria, en Chile:
“Mi madre en el año 35 decide regresar a
España decide recorrer lo andado por mis abuelos y un poco por búsqueda de
identidad, de identidad propia rescate histórico...”
Justo cuando
Flora se encuentra en España estalla el conflicto que genera la Guerra Civil
española, conflicto que por lo demás es parte de la memoria histórica
universal, y es un recuerdo del mayor enfrentamiento entre el fascismo y
quienes serian sus principales opositores a través del desarrollo y la
evolución en la configuración de una hegemonía mundial a partir del siglo XX.
“...el 18 de julio es la celebración que hacen los fachos, los
fascistas en España.
El 19 de julio es un poco
la respuesta obrera
la respuesta sindical, la respuesta de la
gente
con dignidad y
con
ganas de libertad que es cuando da
inicio
realmente la guerra civil y… mi madre se encontraba en Barcelona y
toda
la noche entre
el 18 y el 19 la
había
pasado
con los
distintos sindicatos y federaciones escuchando
los distintos mítines y
discursos y las
asambleas varias que habían entre
la rambla santa Mónica, las
calles del puerto,
el barrio chino,
y ella
por
ejemplo el día 19
sale
con el grupo que iba con uno de los hermanos Ascaso hacia la Pedrable, Pedrable es
uno de los regimientos mas connotados
de Barcelona que queda en una
subida y…
van
asalto de la
Pedrable...”
Héctor nos relata
los acontecimientos históricos en los que su madre participa, con total
claridad y convencimiento, producto esto de las largas conversaciones que con
ella sostenía, además del profundo conocimiento que el posee, sobre estos
temas, que son el legado y la obra que su madre ha dejado en el y en la
historia. A continuación Tito describe la participación de su madre en las
columnas
“guerreras” de Durruti, donde Flora fue combatiente Tito también se refiere al
momento en que se pretende desplazar a las mujeres del frente de combate.
“...mi madre estuvo en la columna de Durruti
y posteriormente mi madre fue combatiente
en la guerra
y fue,
y cuando trataron de crear las columnas militares, los regimientos
alineados
a la republica
y trataron de ejercer toda su presión en decir: las mujeres a la retaguardia, las mujeres a la cocina, las mujeres a la enfermería, estas mujeres se revelaron y continuaron en combate .Esa era la columna de Durruti que
fue destruida a
la entrada
de Madrid”.
La participación de Flora en este conflicto se transforma
en
un aliciente de
lucha
y cuando las filas
opositoras al fascismo son derrotadas definitivamente,
ella
junto a su esposo, un dirigente comunista y padre
de Tito, se refugian en Francia, en
lo que rápidamente se
transformarían en los campos
de concentración nazis y para
ponerlo en palabras del mismo Héctor: “...año 39
cuando salen a Francia
y permanecen hasta el 42 en
los campos de prófugos que
en ese momento ya pasaban a ser
campos de concentración y liberaron
gracias a no se que,
y vinieron de
inmediato a Chile”. Con esto nos interesa dar por sentado de que manera Flora
vuelve de España
triste por la derrota,
pero dispuesta a trabajar por
sus ideales, educando a
sus hijos según sus
ideas libertarias y de amor
por
una sociedad justa
y liberadora. Ahora bien,
Tito nos cuenta que la posición de su madre dentro de la gama anarquista esta orientada,
sobre todo en un principio, en la línea
de acción directa,
muy
propia de su etapa
mas radical:
“... ¿Tu tienes algún recuerdo de las bases
ideológicas de Flora?
¿Qué
posición tenia dentro del anarquismo por ejemplo?
Claro
Bueno, mi vieja era de acción directa, mi vieja fue expropiadora por mucho tiempo
¿Expropiadora?
Expropiadora,
asaltante de banco, a
lo Durruti, si ella estuvo aquí con ellos cuando
pasaron...”
Por otro lado
Flora siempre estuvo interesada en la emancipación social, no solo por la “vía
armada o violenta”, ella fue una mujer que también creía en el amor, en las
personas y por ende se relacionaba con ellas de una manera generosa, fuerte,
vital, pero generosa, es por ello que su quehacer como sujeto histórico la
centra principalmente, al menos en Chile, en una labor educadora, seguidora de
la metodología de la escuela Libertaria fundada en España por Ferrer y Guardia,
en donde ella se educo.
“Escuelas Libertarias”
Louise Michelle, la inspiradora.
En el transcurso
de la entrevista, y por antecedentes previos, aparece el nombre de Luisa
Michell, destacada combatiente de la comuna de París. Antiguas historias que
Héctor escuchaba de niño, eran el reflejo de los sueños de mundo que albergaba
su madre y que le quiso transmitir a través del ejemplo de ésta libertaria.
Louisie Michelle fue, en principio, profesora en escuelas populares Francesas.
Una vez que estalló la guerra Franco Prusiana, parte al frente, como enfermera
voluntaria auxilio heridos en el campo de batalla Posterior a su participación
en la guerra, estuvo en la revolución de la “Comuna de Paris” en 1871 fusil en
mano. Una vez terminada la revolución, Luisa fue juzgada y deportada a
Caledonia , como a muchos de los comuneros de Paris. Transcurridos algunos
años, se les otorga el indulto del perdón, el que en reiteradas ocasiones Luisa
rechazó, declarando que “No querría mendigar su libertad con esa justicia
Burguesa”. Héctor recuerda con nostalgia éstas historias que se relacionan
directamente con la aparición del Ateneo Luisa Michell en Iquique. Al igual que
Luisa, Flora era de la idea de hacer de la educación, una herramienta
fundamental para que el hombre pudiese vivir su libertad. En lo referente al
hombre, Héctor recuerda el ideal de su madre:
“Jamás debe ser
sacado de su entorno natural,
y ojála, pudiese
entregar el
todo,
dentro
de su entorno natural.
Entonces esas son las cosas
por las que uno, es capaz de brindarlo
todo. Y esa era mi vieja, eso era lo que ella hacia. Y creo que por eso,
también, a ella la exterminaron, porque
mi madre murió a consecuencia de
la tortura.”.
En 1947, y una
vez asentados definitivamente los Pavelic en Chile, Flora decide seguir el
camino de la ayuda social, e instala el Ateneo Luisa Michell en Iquique. En un
principio éste Ateneo Libertario tenía como fin la enseñanza para adultos de
escasos recursos. Flora recibió desde su más tierna infancia una enseñanza
también libertaria, en la que la educación no se concebía como la tradicional
y, por lo demás, era para todos:
“Nace para los adultos, nace como escuela, o
sea no como escuela, nace como el ateneo
para poder entregar un acercamiento a la
cultura, a los trabajadores de
Iquique y a
estas mujeres. fundamentalmente mujeres trabajadoras de la
pesca que eran las tejedoras de red las chanavallitas”.
En
los años 50, la situación para la clase obrera chilena se hacía cada vez más
difícil y las grandes manifestaciones gremiales adquirían gran número de
adherentes. Parte de los problemas más recurrentes en la historia del
movimiento proletario ha sido la inmensa necesidad al acceso a una educación
digna en la que la brecha entre la educación de ricos y pobres no sea tan
evidente. En relación a este problema Flora tuvo que soportar y superar
numerosas trabas que intentaron ahogar su proyecto de trabajo social con la
comunidad
iquiqueña. La persecución desgobierno de Gabriel Gonzalez Videla, que objetaba
y perseguía a cualquier nueva entidad dedicada a enseñar de una manera
distinta, y que no tuviese el respaldo del ministerio de educación, cualquier
tipo de institución no gubernamental, era clausurada sin posibilidad de
objeción. El espíritu libertario de Flora no decayó por esto y empezó a
trabajar con el Ateneo clandestinamente. Esto hasta que a principios de los
años 60 tuvo que cerrar definitivamente. Esta postura fascista de los nuevos
gobiernos neoliberales ya eran ampliamente conocidas desde mediados de los años
50, y se veían claramente reflejados en los discursos del honorable Señor
Videla. Aquí presentamos uno llevado a cabo en el exclusivo Club de La Unión,
citado por Oscar Ortiz en su libro “Crónica anarquista de la sublevación
olvidada”, en el que relata las revueltas de los Gremialistas de principios de
los 50, que inquietaban sobremanera a la clase política dominante de aquella
época: “No nos intranquilizan esas amenazas de esos dirigentes sirvientes del
partido comunista. Uds. saben porque lo han estudiado que este proyecto de
estabilización es la viga maestra que hará de Chile un país prospero e
industrializado, y donde la conducción central de este proyecto será ejecutado por
Ustedes” (1950, 21 de enero). El Diario Ilustrado, pp 16.
Entre la
existencia del Ateneo y el retiro de Flora Sanhueza del mundo de la enseñanza
semi “formal”, éste adquirió el carácter de escuela dentro de su comunidad,
producto de la difícil situación que era para las mujeres obreras de nuestro
país el trabajar y ser madre al mismo tiempo. Un poco de eso y del fin primero
de la escuela se refiere Tito en el siguiente fragmento de nuestra entrevista.
Flora, ¿no tenia como principal fin
alfabetizar a la gente?
“Si, también, mucho, mucho,
mucho,
o
sea pero entregar cultura fundamentalmente Mi
vieja combinaba las cosas y entre ese combinar las cosas
combino el hecho
de qué
es
una escuela...”
¿Fue posterior y en el mismo lugar del
Ateneo?
“Exacto, la cosa
es que esa escuela nace por necesidad, porque las
mujeres llevan sus hijos
a trabajar, entonces los hijos entre el
trabajo y
el juego no
había
nada
más , entonces la necesidad estaba en poder brindarle educación o
sea ya no era alfabetizar sino
educar, entonces el crear un espacio en donde por ejemplo
el niño aprendiese
a leer escribir y se
llenase de otros
contenidos y no de
cosas muertas que no
sirven de nada que
son
las escuelas tradicionales las que
te entregan…, como te enseñan
las
matemáticas, por ejemplo, te dicen
ya
Pedrito a ver dime
si tienes 9 manzanas y viene Juanito
y te
quita 1 ¿cuantas manzanas
te quedan?, y el cabro chico se queda mirando y dice ninguna,
claro porque el cabro chico
no tiene las 9
manzanas en la mano,
y claro y tampoco tiene
las 8 restantes.
Entonces cuando te
responde
ninguna, la profesora dice no poh Pedrito,
estai equivocado
tienes 8, no
poh, no tengo nada,
entonces esas son las matemáticas que
no hay que entregar jamás”
Todo este intento
de educación digna de Flora pasa por u periodo de decadencia, desde finales de
los años 50 hasta principios de los 60. Durante este periodo el proyecto de
educación que Flora intento establecer en Iquique, poco a poco llego a su fin.
Los Gobiernos de
G. G. Videla, Carlos Ibáñez del Campo y Jorge Alessandri Rodríguez,
comprendidos entre 1946 y 1964, contribuyeron a la progresiva decadencia que
sufrió el movimiento anarquista en Chile, durante la segunda década del siglo
XX. Estos gobiernos, de clara tendencia neoliberal, se desarrollaron a la par
con le fortalecimiento del PS y el PC, que entre las muchas actividades que
emprendieron en conjunto, ambos partidos, la que mas destaco y marco el
desarrollo del movimiento obrero posterior, fue la fundación de la CUT (Central
Unitaria de Trabajadores), donde militaban los que después marcarían el
desarrollo político de este país.
Iquique su tierra
Posterior a su
retiro “activo” dentro de la comunidad, ya desde hace mucho, y a principios de
los 70, la familia Pavelic Sanhueza, ya era reconocida por la comunidad
iquiqueña. De hecho, existían lazos que unían a la familia Pavelic con la
familia Allende.
“Éramos como
una relación familiar, para
mi el chicho era mi
tío,
la Atencia era mi tía, bueno no se poh los
hijos de ellos eran mis primos, a ese
nivel, claro con Pascal también
cachai, con toda
esa
gente. Bueno, pero
la cosa es que con esta situación en el
momento del golpe
toda
esta cuestión
se revierte
contra nosotros”.
Y se vuelve
contra ellos, porque desde el mismo día 11, Flora permanece con arresto
domiciliario por orden de las autoridades militares. Posteriormente, es
arrestada y llevada a Pisagua, donde también llevaron a Tito. Sobre el
encuentro en dicho campo de concentración, se refiere Tito. Con estrellas en
los ojos, nos cuenta:
“Yo
estaba en tortura cuando me
sacaron de ahí y
me llevaron a
un sitio baldío.
Habían unos
pilares altos, y había una
persona al medio, colgada y un milico estaba
jugando al
tiro al blanco. Y yo, cuando enfoco bien, porque cuando estas mucho tiempo con
vendas,
te cuesta ver, te cuesta
enfocar, y veo que es mi vieja, que estaba
con
el comandante
R.L., y yo le digo, mire pare, bájela y todo lo que usted quiera saber
me lo pregunta, no tengo
ningún problema,
se
lo digo todo, tráigame un café y cigarrillos…Y
yo me
quiebro en
la forma mas jodida que puede haber, yo estaba dispuesto a decir todo, pero
que
no tocaran a mi
vieja.”
Sorprende lo
desgarrador de este testimonio, protagonista y testigo de la de gradacion
llevada a cabo por los militares hacia su madre, que en es entonces tenia 62
años, nos revela lo mas perverso de la dictadura, en palabras del propio Tito,
el verdadero rostro de la bestia:
“Nosotros le dábamos a los compañeros 3 meses de resistencia, y a los
que tenían un pocotas de responsabilidad,
un poco mas,
pero tres meses es
mas que suficiente y
habían pasado mas
de 3
meses, porque era febrero.
Ahí ví posprimera
vez
el verdadero
rostro
de
la bestia, porque ya
no es humano aquel
que
ordena y hace lo que se
hizo, lo que se convirtió
en una
conducta casi normal en todo el proceso dictatorial, la
represión
brutal
a miles
de compañeros
y compañeras. Ordenó
la violación de mi madre en
mi presencia, posmilitares en acto de
servicio, cabros menores que
yo.”
Es increíble, el
descubrir como en base a una experiencia tan traumática, como la anteriormente testimoniada, Tito aprendió como debía
ser la verdadera lucha en contra de la opresión burguesa. A través de esto
logramos confirmar el discurso y la consecuencia de esta mujer que hasta el
final resistió “sin mendigar clemencia ante esa sociedad burguesa”. Aquí Tito
nos relata que aprendizajes rescato de este hecho tan doloroso para el:
“Y después me
toca
el turno a mi,
si
no bastando con eso con
el tema de la
tortura, yo ahí empecé a aprender muchas cosas de mi mismo, empecé a aprender la otra parte,
que
es la parte en cómo te enfrentas a
tu enemigo,
como
te enfrentas a
ese tipo, que tu para el no vales nada,
ese para el que tu eres
la lacra social, ese para el que tu eres el traidor a
la patria, porque el esta
imbuido en ese
contexto moral de
la patria que es lo que le
da la fuerza moral para hacer y
deshacer con su enemigo, para fregar el piso con el si es
posible”.
La última vez que
Tito vio con vida a su madre, fue en el Hospital San Juan de Dios en Santiago,
el 6 de agosto de 1974. Estaba a poco de refugiarse en la embajada de Italia y
esperaba en poco tiempo salir del país, entre la los carabineros que resguardaban
el lugar, Tito desde lejos obtuvo la ultima mirada de su madre, postrada en una
cama, casi sin remedio, por el maltrato sufrido a causa de la tortura.
Flora Sanhueza una mujer con rostro y corazón en nuestra Historia
La obra de Flora
debe ser entendida como los trozos de un pasado que deben necesariamente
entenderse como trozos de un presente y un futuro para nuestra memoria
emblemática” (Stern, 2000) como pueblo trastocado por estas historias que
trascienden en su subjetividad a una interpretación colectiva que presupone
identidad, hablamos aquí “de la utopía urgente de mujeres libertarias de
anteayer y precisamente por eso de nuestro futuro presente, el de nuestro
gritos hoy, tan iguales y distintos a los suyos” (Palomera y Pinto comp., 2006,
pp 12) y esto es precisamente lo que esta mujer representa: una huella
imborrable de lo somos, hemos sido y seguiremos siendo a través del devenir
histórico de nuestro pueblo.
Héctor es por
entonces cuerpo y espíritu de lo que Flora fue en vida y de lo que significa la
memoria como legado y aprendizajes históricos que su madre plasmo en las
conciencias de quienes la rodearon. Esta experiencia investigativa ha sido útil
en cuanto reivindicación de historias de personajes anónimos, que han contribuido
con su vida en la figura de nuestra historia, pero sobre todo nos ha servido
para establecer parámetros, no solo metodológicos en cuanto trabajo
historiográfico del testimonio oral, sino que además del significado de la
interpretación de acciones, gestos y palabras y de cómo estos inciden en los
recuerdos potenciando ciertos aspectos y contribuyendo al olvido de otros. Es
todo esto lo que descubrimos durante los episodios de entrevista a Héctor,
reconocimos en el, en su vida, sus pensamientos y acciones a Flora:
“Y
yo empecé a comprender cosas,
comencé a entender que
no es necesario meter mano
a un fusil, que mas
fuerte que
una bala es la palabra, que
la dignidad no se mide si tú
lloras o no lloras, si no q la dignidad se mide mediante
acciones de tu vida, como
te has comportado, como has sido. El respeto que tu tengas con
los demás, y que sepas
diferenciar por ejemplo entre lo que son los valores que
esta sociedad entrega, y
la diferencia de los
valores que tu has adquirido de tu
familia por un
lado.”
En pos del
desarrollo de una memoria emblemática más justa, creemos que es posible e
imprescindible rescatar el relato de Tito, sus recuerdos, evocaciones y hasta
idealizaciones de un movimiento: el libertario. Esto nos ayuda a comprender la
complejidad de fenómenos que nos parecen oscuros o difusos en el campo del
quehacer histórico, como son el amor o la pasión, que son
tratados
“racional y científicamente” por el historiador. Ante esto nosotros nos
preguntamos ¿Qué es la historia, si no un cúmulo de subjetividades, de hombres
y mujeres que la construyen a base de amor, odio y pasión? Esto nos revela la
importancia de acudir a este llamado y de incorporar estas significaciones al
interior de nuestro trabajo, es posible que se nos acuse de llevar el campo del
estudio historiográfico a otras lides fuera de su curso, sin
embargo, gracias
a Flora afirmamos que la historia debe ser capaz, de un manera lo mas seria y
fidedigna posible, de abrazar estas realidades partes importantes de lo que
supone ser la nueva Historia Social.
“…
yo creí muchísimo en
la lucha armada, peleé en distintas partes del
continente y en otros
sitios,
hasta que me di cuenta que peleaba y peleaba y no
construía nada, las
manos vacías, siempre.
Mientras que en espacios chiquititos, el hecho de querer construir tu propio jardín
de acracias en donde aquellos niños que juegan
en el
columpio jueguen
sin miedo de que nadie
los
hará desparecer, que puedan disfrutar de una ida
al circo, que es l o que no pudo hacer mi hijo,
es ese pedacito de jardín de
acracias que uno quiere, yo
en este momento
peleo por
ese pequeño jardín, en el que la gente pueda disfrutar feliz
de las cosas que hacemos,
hacerlas sin miedo,
aunque eso
nos cueste la vida pero yo estoy
dispuesto a dar la vida en ese aspecto
Y esa era
mi vieja, eso era
lo q
hacia. Y creo que por eso, también, a ella la
exterminaron, porque mi madre muere a
consecuencia de la
tortura.
¿Tu madre esta acá o la expatriaron a
España?
No, ella esta acá, su tierra es Iquique,
Iquique y nada más.
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Bibliografía
1)
Vitale, Luis (1998) “Contribución a una Historia del Anarquismo en América Latina”.Santiago.
2) Ortiz, O. (2002). “Cronica
Anarquista de la subersion olvidada”. Santiago.
3) Hutchinson, E (2006).
“Labores propias de su sexo: Genero, politicas
y trabajo en Chile urbano 1900-1930”.
Santiago.
4) Stern, S. (2000). “De la
memoria suelta a la memoria emblematica: hacia
el recordar y el olvidar como proceso histórico (Chile 1973-1978)”. Santiago.
5) Brignardelo, A. (2006).
“Valparaíso anarquista”. Valparaíso.
6) Goicovich, I. (1997). “De la
dura infancia, de la ardiente vida, de la esperanza, un testimonio popular para
la reconstrucción de nuestra memoria reciente”. Viña del mar.
7) Palomera, A y Pinto, A.
Comp. (2006). “Mujeres y prensa anarquista en
Chile 1897-1931”.
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