Electra González
El 24 de julio de 1990 muere en Buenos
Aires (Argentina) la actriz anarcosindicalista Electra González. Había nacido
en 1901. Cuando tenía 10 años empezó a frecuentar con su madre, María Barón, de
origen catalán, los círculos obreros cercanos a la Federación Obrera Regional
Argentina (FORA). Se encargó, durante los mítines, de distribuir la prensa
anarquista y los bonos de apoyo y de recitar poemas revolucionarios.
A pesar de las difíciles condiciones
de vida -Vivía en una pequeña habitación con sus hermanos y su madre que era la
única que trabajaba-, consiguió terminar los estudios primarios. Gracias a su
prodigiosa memoria, se convirtió en una de las mejores actrices de los grupos
teatrales obreros que recorrían la Argentina, Uruguay y Chile, apoyando las
luchas y las organizaciones anarcosindicalistas. También fue una de las
organizadoras de la Sociedad Argentina de Autores.
Casada con el ferroviario anarquista
Juan Bilbao, participó en la creación del Club «Voluntad», cuya finalidad era
la defensa de la independencia del movimiento sindical. En el Club «Voluntad»
formaron parte destacados militantes (Luis R. Bartolo, Andrés Carbona,
Sebastian Marotta, Juan C. Mason, José Negri, Alejandro Silvetti Fandiño,
Bernardo Sugasti, etc.) y numerosos intelectuales y artistas (Arturo Carril,
Gustavo Cochet, Maniel Ordoñez, etc.). Durante la dictadura de Juan Domingo
Perón, el Club «Voluntad», auténtico círculo de resistencia, fue clausurado en
varias ocasiones por las autoridades. En 1951, durante una ola de huelgas
(obreros de artes gráficas, fontaneros, gastronómicos, de construcciones
navales, ferroviarios, marítimos, portuarios, trabajadores municipales, etc.)
contra el corporativismo sindical vertical peronista, ella, que era responsable
del local, fue detenida, procesada y encerrada unos meses en la cárcel de
Caseros, en el barrio de Parque Patricios de Buenos Aires.
Duramente interrogada, se negó a dar
los nombres de los compañeros acusados de «conspiración». 1946 había muerto
su marido y durante los años sesenta se convirtió compañera del destacado
militante anarcosindicalista Sebastián Marotta, con quien tuvo tres niños, y,
tras la muerte de éste en 1970, del viejo compañero anarquista José Grunfeld.
Financió la publicación de literatura anarquista, como los tres volúmenes del
libro de Sebastián Marotta.
El movimiento sindical argentino. Su
génesis y desarrollo (1960, 1961 y 1970) y el de varios autores, coordinado por
Andrés Cabon, Vida, obra y trascendencia de Sebastián Marotta. Juicios,
semblanzas y anecdotario de un precursor del sindicalismo (1971), donde
destacados militantes libertarios (Diego Abad de Santillan, Andrés Cabon,
Arturo Carril, Luis Danussi, Luis Di Filippo, Americo Ghuildi, Salvadora Medina
Onrubia, José Montesano, Genaro Scarano, Jacinto Toryho, etc.) dieron su
testimonio. También fue miembro de la «Fundación Alfredo Palacios», de defensa
de los derechos ciudadanos, y una experta jugadora de ajedrez.
ALEN
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